¿Qué esperar del contexto económico en 2021?

El inicio del proceso de vacunación en diciembre se ha considerado el principio del fin de la pandemia, si bien, las recientes olas y la continuidad de las restricciones nos recuerdan que aún faltan algunos meses para que los resultados sean visibles y veamos la consolidación definitiva de la recuperación económica que comenzó en el verano de 2020.

Los datos del último trimestre de 2020, sin ser buenos, sorprendieron al alza. El PIB en España no cayó frente al trimestre anterior como se preveía, si bien, el mal punto de partida aún se reflejaba en una fuerte caída interanual: del -9,1%. En el conjunto del año, el desplome fue del -11%, un dato peor que los de la Zona Euro (-6,8%), EE.UU. (-3,5%) y, más aún, China (+2,3%).

En 2021 es muy probable que asistamos a dos periodos muy distintos. En el primero seguiremos lejos de la recuperación plena y se mantendrá un comportamiento muy diferenciado por sectores y países. Frente a la incidencia negativa casi unánime durante el confinamiento de primavera de 2020, ahora se aprecia cómo siguen mejorando algunas ramas (agricultura y ganadería, buena parte de la industria, servicios profesionales y administrativos, información y comunicaciones o el sector inmobiliario) mientras que empeoran el comercio de bienes personales y vehículos y, sobre todo, el sector de la hostelería y la restauración (en particular su vertiente exportadora, ya que el gasto de los turistas foráneos caía un-86,1% interanual en diciembre).

Para llegar a un segundo periodo en el que se normalice la situación de los sectores que requieren cercanía social es necesario un control efectivo de la pandemia. Aún existe incertidumbre sobre el momento en el que se conseguirá y, cuanto más tarde sea, más riesgos hay de que se profundicen los daños en el tejido productivo. En cualquier caso, estos no serán comparables a los que vivimos en la anterior crisis, ya que los sectores más afectados actualmente no tienen una sobredimensión estructural como sí la tenía el sector inmobiliario en 2008 (el número de trabajadores en la construcción se ha reducido a menos de la mitad).

Los estímulos de los bancos centrales y de la política fiscal son claves tanto para mitigar los daños como para asentar la recuperación, y las medidas están siendo más generosas en EE.UU. que en Europa, lo cual, probablemente ejercerá una presión al alza sobre el euro a medio y largo plazo, si bien, el mejor desempeño económico del gigante norteamericano en los próximos trimestres puede provocar episodios temporales de fortaleza del dólar que no deberían hacernos olvidar su tendencia de fondo a la depreciación.

El sector agrícola y ganadero presentó un comportamiento agregado extraordinario en 2020, ya que su valor añadido creció cerca de un 5% mientras se desplomaba un -11% el del conjunto de la economía española. No se puede negar la existencia de amenazas para la ganadería, como la tardía mejora de la demanda de la restauración, los efectos finales del Brexit, la recuperación de la producción porcina en China, el encarecimiento del euro o la continuidad de la guerra comercial, pero en 2021 el contexto va a ser, paulatinamente, más favorable, y la fortaleza demostrada por el sector en un periodo tan difícil como el vivido durante el último año, es la mejor muestra de su competitividad y de sus buenas perspectivas.

 

Santiago Martínez Morando

Licenciado en Ciencias Económicas
Responsable de Análisis Económico de Ibercaja.
(smartinezm@ibercaja.es).

 

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