Las nuevas manifestaciones de agricultores y ganaderos

Hace un par de semanas, concretamente en el boletín correspondiente a la segunda semana del presente mes de marzo, lanzaba una pregunta acerca de si el MAPA estaba fallando y, en la misma, exponía una serie de hechos que parecían dar una respuesta afirmativa a mi pregunta.

Siguiendo esta línea argumental me permito recordar que, hace ahora unos 13 meses, nuestros ganaderos y agricultores suspendieron, a causa de las complicaciones generadas por la COVID – 19  (que aquí sigue, a pesar de todas las afirmaciones de don Fernando Simón y del propio Gobierno), su campaña de movilizaciones, caracterizadas por multitud de tractoradas y de manifestaciones en numerosas zonas de España.

Ya entonces advertí que se trataba únicamente de una suspensión coyuntural y que, en cuanto la situación sanitaria lo permitiera más o menos y/o se acabara la paciencia de agricultores y ganaderos, volverían, sin ninguna duda, las manifestaciones, salvo que se corrigieran los múltiples errores que se estaban cometiendo desde las administraciones públicas.

Pues bien, ya estamos donde lo dejamos; agricultores y ganaderos, convocados por las organizaciones agrarias, han vuelto a reanudar las manifestaciones y ¡cuidado! con ellas ocurre lo mismo que con las ofertas a la baja de productos alimenticios en las grandes superficies; se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo acaban (y aquí está, como muestra, la nueva guerra de precios entre las grandes cadenas, motivada por la incertidumbre económica generada por una pandemia que España sigue sin ser capaz de controlar adecuadamente. Este actual “episodio bélico” se prolongará, en mi opinión,  a lo largo de los próximos meses).

En este contexto de las nuevas manifestaciones, deseo empezar mencionando la que llevaron a cabo agricultores extremeños hace unos días. Se trató de una importante tractorada que les llevó desde Extremadura a Madrid. Su objetivo era dar a conocer, a don Luís Planas y al propio Gobierno, las reivindicaciones del campo.  No obstante, a su llegada a la capital, ni el Ministro de Agricultura, ni el todavía Vicepresidente del Gobierno, don Pablo Iglesias, tuvieron a bien escuchar a quienes, además de recorrer cientos de kilómetros para exponer sus problemas, contribuyen con sus impuestos a pagar sus salarios.

Por otra parte, el viernes pasado una caravana de tractores recorrió las calles de Jerez de la Frontera (Cádiz) en la primera protesta generada en Andalucía y respaldada por ASAJA Cádiz, COAG Cádiz, UPA Cádiz y Cooperativas Agroalimentarias de Cádiz, contra la convergencia de la Política Agrícola Común (PAC). Recordemos aquí que, ahora, don Luís Planas aboga por un proceso de convergencia de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) «gradual y continuo» y, paralelamente, se aviene a flexibilizarlo en el próximo año 2022.

Y también el viernes pasado, bajo el lema “menos lobos, más ganaderos”, ganaderos y agricultores de Castilla y León se manifestaron en Valladolid en defensa de la ganadería y en contra de la decisión del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) de declarar especie protegida al lobo en todo el país. En esta manifestación una caravana de más de trescientos coches, encabezada por varios tractores,  recorrió durante unas dos horas las principales arterías de Pucela (que es, por parte de los vallisoletanos, un apodo y una forma cariñosa de nombrar a Valladolid).

Se trató de una protesta que fue organizada en unidad de acción por todas las organizaciones profesionales, ASAJA, la Alianza UPA-COAG y UCCL. En ella se afirmó que los lobos “no están en peligro de extinción, los ganaderos, sí”.

Estoy convencido de que esta nueva ola de manifestaciones no ha hecho más que empezar.

Y así, por ejemplo, en el día de hoy, 23 de marzo, Unión de Uniones de Castilla-La Mancha tiene convocada una caravana de tractores y coches en Toledo con una doble finalidad; la primera la de solicitar ayudas para la recuperación de los olivares dañados por el temporal ‘Filomena’ y la segunda, para solicitar se apliquen las oportunas medidas para combatir eficazmente la plaga de conejos que asola a la región.

En definitiva, cuándo se analiza las razones de todas estas manifestaciones, no queda lamentablemente más remedio que llegar a la conclusión, hablando siempre en términos generales y aceptando todas las excepciones que ustedes quieran, que nuestra bien remunerada “casta de los políticos” es altamente ineficiente e ineficaz.

Y concluyo permitiéndome metaforizar, refiriéndola al sector agrario, aquella vieja leyenda dorada de España: ¡Qué buen vasallo sería, si tuviese buen señor!

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid

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