La entrada de lechazos procedentes de otros países
No es una cuestión nueva, ni es baladí. En efecto, la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) ha puesto, con razón, el grito en el cielo ante la “entrada masiva” de lechazo procedente de otros países. El problema es doble; por una parte, la ocupación de una parte del mercado, pero, por otra, y ésta es la más importante su precio es del orden de un 20 -22 por ciento más barato que los de nuestro país.
Lógicamente, según la organización, esto hace peligrar las explotaciones de ovino de la Comunidad, puesto éstas ya están en una situación realmente crítica, dado que ya están vendiendo el producto a un 13 por ciento menos que el año pasado.
La Unión de Campesinos ha asegurado que esa entrada masiva está marcando el inicio de la campaña de Navidad, en la que el sector vende el 12 por ciento de sus ventas anuales. Además, ha pedido que en la medida de lo posible se consuma producto nacional, en razón de su excelente relación calidad-precio y de su proximidad.
Por esta razón, ha exigido la obligatoriedad del etiquetado del origen de la carne de ovino, tanto en el envasado como en la vendida a canal, y, paralelamente, que la Administración competente lleve a cabo los controles oportunos para verificar el cumplimiento de la trazabilidad en los lineales de los hipermercados, de los supermercados y en las carnicerías.
La organización, a través de un comunicado recogido por la agencia Europa Press, advierte acerca de que los ganaderos de ovino de Castilla y León, en los días previos a la campaña Navideña, se juegan en torno al 12 por ciento de sus ventas de todo el año
En este ámbito, no hay que olvidar que la entrada de lechazos de otros países, sumado a las dificultades actuales a consecuencia del cierre de canal HORECA en ciertas comunidades y la acumulación de lechazos congelados de la primavera, hacen que el precio pagado a los ganaderos sea, como ya se ha indicado, un 13 por ciento más barato que el año pasado. Lamentablemente, este hecho no se ve reflejado en los lineales, donde el consumidor sigue pagando importes muy similares a los del año pasado.
Al hilo de lo expuesto, la UCCL recuerda a los consumidores la importancia de adquirir los productos una vez comprobado el etiquetado para evitar fraudes como los que, muy lamentablemente, se han dado en otros años.
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