La UPA y el Lobo Ibérico

Al parecer, desde el Ministerio para la Transición Ecológica ultiman un plan para incluir al Lobo Ibérico como “especie silvestre en régimen de protección especial”.

Ante este hecho, la UPA afirma que los ganaderos han manifestado no entender estas afirmaciones, pues su apreciación de este fenómeno es bien distinta. “El lobo no está en peligro de extinción, según los mayores expertos en el tema, y lo constatan los ataques al ganado, que no hacen sino crecer año tras año”.

Desde esta organización quieren trasladar al Gobierno la desesperación de los ganaderos que desarrollan su labor en las zonas de expansión de este depredador. Según UPA, “los lobos echan a los ganaderos de los pueblos. Sus efectos económicos y psicológicos son muy dañinos, en especial al norte del río Duero”.

 UPA ha remitido una carta al secretario de Estado de Medio Ambiente, el señor Hugo Morán, solicitándole una reunión urgente para abordar el tema. “La voz de los ganaderos debe ser escuchada y tenida en cuenta. Y, desde luego, el Ministerio de Agricultura no debe ser un convidado de piedra en este asunto”.

 UPA propone “medidas, acciones y voluntad” para afrontar este problema que afecta, sobre todo, a los ganaderos en extensivo de la mitad norte de España. La fauna salvaje que se alimenta de las cabezas de ganado es un problema que se suma a la falta de precios justos o a las escasas ayudas percibidas.

La ganadería extensiva es una actividad pecuaria ancestral en la Península Ibérica, con numerosos beneficios para la sociedad y el medio ambiente. No solo produce alimentos de la máxima calidad, sino que mantiene la vida en los pueblos, luchando contra el despoblamiento de la denominada España vaciada.

Entre las acciones concretas que propone UPA,  están realizar un censo exhaustivo y fiable de las poblaciones de lobo para conocer la situación concreta de la especie y controlarla allí donde sea necesario; apoyar a los ganaderos para implantar medidas preventivas de toda índole para evitar los ataques; y establecer unas indemnizaciones justas y suficientes, que contemplen no sólo el daño producido sino los efectos colaterales que los ataques de lobo provocan en el ganado.

 

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *