La creciente amenaza de la Peste Porcina Africana (PPA) en el ámbito de la Unión Europea

La enfermedad de la Peste Porcina Africana (PPA) fue descubierta en Kenia en el año 1910 y el virus fue detectado por primera vez en el continente europeo, en Portugal concretamente, en el año 1957. 

Entre los años 1960 y 1970, la Peste Porcina Africana se extendió por media Europa afectando a Italia, Holanda, Bélgica y Francia. Afortunadamente, la enfermedad consiguió ser erradicada en todos estos Estados europeos mencionados salvo en la isla italiana de Cerdeña, donde la Peste Porcina Africana ha sido categorizada como enfermedad endémica desde el año 1978.

Como es bien conocido, se trata de una enfermedad altamente contagiosa, causada por un virus de la familia Asfarviridae, género Asfivirus, presentándose un elevado número de cepas que pueden provocar en muchos casos cuadros agudos o, incluso, híper – agudos con niveles de mortalidad y morbilidad muy próximos al 100 por 100 (si bien es cierto, que también existen cepas del mencionado virus que cursan con cuadros clínicos subagudos o incluso  crónicos con una manifiesta menor mortalidad).

Desgraciadamente es una enfermedad prevalente y endémica en países del África Subsahariana, y recientemente se ha ido extendiendo de forma preocupante por países como China, Mongolia, Vietnam y también por algunas zonas de la Unión Europea. Lo cierto es que la PPA, a nivel mundial, se estima que puede haber dado lugar hasta la fecha, a más de 300 millones de animales muertos y sacrificados.

Se trata de una enfermedad muy bien conocida en nuestro país, donde ha estado oficialmente presente durante casi cuatro décadas. En efecto, fue en el año 1960 cuando la Peste Porcina Africana (PPA), procedente de Portugal, (a donde había llegado procedente de las colonias portuguesas en África) se introdujo en España  y no fue hasta 35 años más tarde, concretamente en el año 1995, cuando se la consideró oficialmente erradicada en España (dos años antes, en el año 1993, se la dio la misma consideración en Portugal). 

A nivel mundial siempre ha estado, como ya lo he mencionado, en diversas regiones del globo con mayor o menor intensidad y últimamente ha visto aumentado de forma muy importante su protagonismo. Así, por ejemplo, China confirmó su primer brote de Peste Porcina Africana en la provincia de Liaoning el 3 de agosto de 2018 y el mismo se expandió con gran rapidez por toda la zona dando lugar al sacrifico, en el Sudeste de Asia, de más de 250 millones de cerdos.

Actualmente, la PPA  se encuentra presente  en 9 Estados miembros de la Unión Europea, a saber: Bélgica, Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía. En noviembre de 2019, se alertó de la posibilidad de su propagación a otras regiones como: Albania, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Grecia, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y Eslovenia.

En el año 2014, la PPA apareció en Polonia, en el Este, lindando con Bielorrusia y desde entonces ha ido progresando en este Estado, afectando al 50 por 100 de su territorio, y provocando la muerte de numerosos jabalíes (todo parece indicar que hay una infección masiva de los mismos) habiendo afectado también a varias granjas de cerdos domésticos en muchas zonas de este Estado.

Ante esta situación, Alemania de acuerdo con Polonia construyó, en territorio alemán y lindando con Polonia, una valla de cientos de kilómetros a lo largo de la frontera germano-polaca con el objetivo de intentar evitar que los jabalíes introdujeran la PPA en Alemania  (paralelamente, Dinamarca también construyó una valla de decenas de kilómetros a lo largo de su frontera con Alemania con el fin de intentar controlar la migración de jabalíes).

Desgraciadamente, a pesar de todos los esfuerzos realizados, la PPA ya ha llegado a Alemania a través de los jabalíes porque, como tantas veces ha quedado demostrado, “las enfermedades que cabalgan a lomos de los animales silvestres” no conocen límites geográficos ni fronteras.

Esta realidad pone en clara evidencia, a nivel pecuario, la creciente amenaza, técnica, sanitaria, pero especialmente comercial, que supone la PPA para el conjunto de la Unión Europea y en ella, claro está para España que tiene una tasa de autoabastecimiento cercana al 180 por 100 (primera consecuencia comercial de la nueva situación: Corea del Sur se ha cerrado a las importaciones porcinas procedentes de Alemania).

Queda esperar que todas las medidas tomadas inmediatamente por Alemania sirvan para acotar y eliminar este foco en jabalíes, ubicado en el Land de Brandemburgo, y que  las múltiples medidas de bioseguridad aplicadas en los Estados de Unión Europea logren evitar una nueva propagación de la PPA y su afección a las granjas porcinas (lo cual, obviamente, generaría, en primer lugar económicamente, una situación realmente dramática para un sector pecuario muy, muy importante y altamente exportador).

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid
Universidad Alfonso X el Sabio

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