Bruselas, el cerdo Ibérico y la carne de porcino
De acuerdo con lo publicado por EFEAGRO el pasado martes, día 12 de mayo, desde Bruselas se descarta que, por la crisis del coronavirus, se pueda proceder a un almacenamiento privado en el caso del cerdo Ibérico, dado que es algo que no lo permite el marco legal actual del almacenamiento privado para “productos procesados como el jamón Ibérico”.
En lo que atañe a la actualización de los umbrales de referencia que permiten activar el almacenamiento privado, como piden los productores españoles, Bruselas considera que “aumentar los umbrales de referencia en tiempos de crisis crearía un incentivo artificial para producir con el objetivo de construir reservas públicas”. Además, “enviaría una señal contradictoria a los operadores del mercado en una situación en la que las necesidades del suministro necesitan ajustarse a la demanda”.
Por otra parte, desde Bruselas, se insiste en que la crisis del coronavirus ha tenido menor impacto sobre la carne de porcino que por ejemplo, sobre la del vacuno, como demuestra el mantenimiento de los precios y de la demanda en el seno de la Unión Europea.
Según Bruselas “a nivel de la Unión Europea el sector porcino se ve menos impactado por la COVID-19 que otras carnes. La carne de porcino depende menos del sector de servicios en el ámbito alimentario y la demanda de los minoristas sigue siendo buena”.
Según el Ejecutivo comunitario, los precios de la carne de cerdo en el marco de la Unión Europea (U.E. – 27) “se encuentran todavía a un nivel muy alto (…) debido a la oferta ajustada y a la muy buena demanda de los mercados exportadores (en particular China”. Por esta razón los expertos comunitarios consideran que “la ayuda al almacenamiento privado no tendría ningún efecto sobre el mercado”.
Bruselas ha optado en su lugar “por adoptar un conjunto de medidas para apoyar a la agricultura en estas circunstancias excepcionales”. La reforma de la PAC, de acuerdo con lo expuesto y defendido desde Bruselas, ha impulsado un sistema que pretende ser una “red de protección del mercado”, y no un método al que recurrir “de manera rutinaria”, como ocurría en el pasado.
Por otra parte, no hay que minusvalorar el hecho de que el sector porcino, especialmente el sector del porcino blanco viene de una época de grandes beneficios para los porcicultores.
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