La castración porcina en la UE: presente y futuro

Casi 10 años después de la firma de la Declaración Europea sobre alternativas a la castración quirúrgica en cerdos, una iniciativa de carácter voluntario que fue redactada y firmada a finales de 2010 por diferentes integrantes del sector porcino europeo, minoristas y ONGs, la situación respecto a este tema en los diferentes países de la Unión sigue siendo muy diferente.

El primer objetivo de esta declaración, fijado para 2012, que pretendía que en la UE todas las castraciones se realizaran bajo anestesia y/o analgesia está todavía lejos de cumplirse y más aún lo que se marcó como objetivo final de la declaración: el abandono definitivo de la castración quirúrgica en 2018.

En 2015, la Federación de Veterinarios Europeos (FVE) y la Comisión Europea, mediante una encuesta, estimaron que en la UE la mayoría de los machos se castraba quirúrgicamente (61%), una tercera parte se criaba como machos enteros (36%) y que la inmunocastración tenía baja implantación en el sector porcino (3%).

Según datos oficiales del estudio encargado al consorcio Castrum y publicado en 2017 por la Dirección General de Sanidad y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, la situación en la UE respecto a la castración porcina sigue siendo muy heterogénea. En algunos países como España, Portugal, Irlanda o Reino Unido (ya fuera de la UE), la producción de machos enteros es mayoritaria frente a la castración quirúrgica. En países como Croacia, Bulgaria, Eslovenia, Polonia, Hungría o Italia entre otros, la castración quirúrgica de cerdos sigue haciéndose mayoritariamente sin anestesia ni analge­sia. En Suecia, Suiza, Austria, Noruega, Holanda, Alemania o Dinamarca la castración quirúrgica se realiza mayoritariamente usando anestesia y/o analgesia. La inmuno­castración comienza a ser relevante en países como Bélgica y mantiene su presencia en España o Italia.

Alemania fue el primer país europeo que anunció que en 2019 se prohibiría la castración quirúrgica de cerdos sin anestesia y/o analgesia aunque, a día de hoy, la entrada en vigor de esta normativa se ha pospuesto a 2021. Recientemente, el Gobierno alemán ha aprobado un decreto que regula la castración de lechones bajo anestesia con isoflurano por parte de personal cualificado que deberá acreditar formación teórico-práctica. Para apoyar esta medida, el Gobierno alemán también va a promover a lo largo de 2020 ayudas económicas a los ganaderos para fomentar la compra de equipamiento y anestésicos.

Francia es otro país de la UE que recientemente ha decretado que, a partir del 31 de diciembre de 2021, no será posible castrar cerdos sin anestesia y/o analgesia. Así mismo, en un segundo decreto ha autorizado a los ganaderos al uso de anestésicos y analgésicos con el fin de atenuar o reducir el dolor en este y en otros procedimientos de manejo del ganado porcino.

Aunque de forma paulatina, cada vez son más los países de la UE que van ajustando su normativa, haciéndola más restrictiva y prohibiendo la castración quirúrgica porcina sin anestesia o analgesia con el fin de promover o incrementar el bienestar animal.

Para la extensiva implantación de estas normativas o de alternativas a la castración quirúrgica, como la producción de machos enteros o la inmunocastración, sería necesaria una solución sostenible que integre, además del cumplimiento del bienestar animal, la adaptación y viabilidad de los sistemas de producción porcina, el respeto y protección medioambiental y la aceptación del consumidor, factores todos ellos que van a determinar el futuro del sector porcino europeo.

 

Cristina Bonastre

Prof. Ayudante Doctor Cirugía y Anestesiología
Dpto. de Patología Animal.

Facultad de Veterinaria (Universidad de Zaragoza)

 

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