El secado selectivo

La terapia de la vaca seca es una estrategia que se ha estado usando durante los últimos 50 años, y ha demostrado ser eficaz a la hora de controlar las infecciones intramamarias y mejorar la calidad de leche de las explotaciones lecheras. 

Por otro lado, según las directrices del Plan Nacional de Resistencias a los Antibióticos (PRAN), no se podrán usar antibióticos de forma preventiva. La terapia de secado tiene dos objetivos, eliminar las infecciones presentes y prevenir las nuevas infecciones. Cierto es que, en principio, esta terapia estaba dirigida para las bacterias contagiosas como Staphylococcus aureus y Streptococcus agalactiae, estas infecciones se han ido transformado en infecciones causadas por patógenos ambientales (estreptococos y coliformes principalmente). Nos tenemos que ir acostumbrando a usar antibióticos de secado en solamente aquellas vacas infectadas, también podemos seleccionar los cuartos infectados de esas vacas. Por supuesto, esta práctica debe estar incluida en un programa de control y prevención de mastitis. Deberían llegar el mayor porcentaje posible de vacas sanas al secado, es decir, libres de infecciones intramamarias. 

Para cumplir esta premisa, todas las explotaciones deben implementar un Programa de Control y Prevención de Mastitis donde se incluirá las medidas de higiene del ordeño, control del equipo de ordeño, buen diseño y limpieza de las instalaciones garantizando un excelente bienestar animal, correcta alimentación y un excelente estado inmunitario. 

 

Partiendo de esta base, podremos implementar sin problema la práctica del secado selectivo. Es decisivo saber qué vacas vamos a secar con antibióticos junto con el sellador interno y cuáles son las que solo van a recibir el sellador, por eso necesitamos un método de selección de las vacas, entre ellos tenemos el recuento celular individual, el cultivo e identificación y la combinación de ambos que sería lo más recomendable. Todo esto lo acompañaremos del propio historial de la vaca en lo que a mastitis clínica se refiere, es decir a los casos de mastitis clínica que haya tenido la vaca durante la lactación, una vaca que ha tenido un caso de mastitis en los últimos 3 meses de la lactación la consideraremos candidata a secar con antibiótico. 

En aquellas explotaciones en las tenemos datos de recuento individual de células somáticas, nos debemos fijar en los tres últimos controles, si ha habido un control de estos últimos tres por encima de 200.000 células, será candidata a secar con antibióticos y sellador. Este es el criterio más usado en la mayoría de las granjas en las que se realiza secado selectivo.

El “gold standard” para determinar si hay o no una infección, es tomar una muestra de leche unos días previos a la fecha prevista de secado para hacer un cultivo e identificación de microorganismos. Otra posibilidad es realizar en cultivo en la propia explotación, herramienta denominada “cultivo en granja. Si se ha aislado un patógeno mayor como por ejemplo Staphylococcus aureus, Streptococcus agalactiae, Streptococcus uberis, Streptococcus dysgalactiae o una enterobacteria como Escherichia coli, Enterobacter spp., Klebsiella spp., etc., secaremos a la vaca con un antibiótico y en este caso elegiremos más correctamente el antibiótico puesto que conocemos el microorganismo causante. 

En el caso de usar el cultivo en granja, las placas que usaremos serán biplacas donde crecen microorganismos gram positivos y gram negativos, dependiendo de donde crezca el microorganismo, al igual que en el caso del cultivo trataremos a la vaca con más precisión. Si queremos afinar más podremos usar cuatriplacas, un espacio de siembra para la leche de cada cuarto, en este caso la unidad será el cuarto y no la vaca, solo trataremos con antibiótico el cuarto infectado. 

Un detalle importante es la higiene con la que hacemos el procedimiento de introducción de cánulas con antibiótico y las cánulas con el sellador, se debe desinfectar perfectamente la punta del pezón con una toallita con alcohol, evitando así que seamos nosotros los que provoquemos una infección intramamaria.  

 

Luís Miguel Jiménez

Servet Talavera SL

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