El problema de la escasez de agua une a Europa y a China
Para nadie es un secreto que la intensificación de la agricultura está comportando un aumento continuado de la utilización de los recursos naturales. En este ámbito la utilización de los recursos hídricos ha generado, incluso, situaciones realmente insostenibles. Ante el cambio climático que ayuda a que que se suceden sequías, pero, a pesar de ello, se sigue penalizando fuertemente a las cuencas para atender las necesidades de los campos de cultivos.
Ante esta realidad se hace necesario afrontar realmente una gestión eficiente y sostenible del agua disponible. Ahora la Unión Europea (UE-27), dentro del proyecto H2020 y en un contexto de cooperación internacional entre Europa y China, lanza el proyecto SHui – Soil Hydrology research platform underpinning innovation to manage water scarcity in European and Chinese cropping systems.
Durante cuatro años se busca consolidar una plataforma de investigación entre China y Europa para la próxima década. A través de una red de casos de estudio se estudian estrategias como las de uso de cubiertas para evitar la pérdida de suelo y la conservación del agua con la intención de que estas estrategias puedan, posteriormente, replicarse en lugares donde se den situaciones de escasez de agua, con la intención de distribuir mejor el agua, aumentar la productividad y, además, apostar por la sostenibilidad medioambiental.
El objetivo es el de establecer una serie de herramientas que permitan tanto a los agricultores (y a los ganaderos) como a los gestores de las administraciones públicas gestionar el agua de las cuencas hidrográficas evitando llegar a situaciones de crisis.
A través de la creación de modelos basados en análisis numéricos se pretende crear unos escenarios capaces de dar respuesta a cuestiones como las cantidades de agua que hay que utilizar para determinados cultivos, hasta qué punto se pueden intensificar la producción de esos cultivos sin agotar los recursos hídricos o cómo interacciona el uso agrícola del agua con el uso del resto de sectores (industria, ciudades, medioambiente…). Con toda esta información se podrán hacer estimaciones más certeras y gestionar mejor el agua requerida realmente.
Así, por ejemplo, el grupo de investigación liderado por el profesor Fereres, Catedrático del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba, trabaja en la mejora de un modelo de predicción de la producción de cultivos en función del agua disponible que permitirá conocer el máximo de agua que hay que aplicar, sin llegar a desperdiciarla y qué pasa si no hay agua suficiente en lo que atañe a la reducción de la producción.
Mediante la introducción en el modelo de variables atmosféricas como la temperatura, la humedad o el viento; variables del propio cultivo como el crecimiento y variables del suelo en relación al desarrollo de raíces, por ejemplo, se calcularán las predicciones de producción en función del agua que hay.
Mediante el trabajo a tres escalas (parcela de cultivo, cuenca hidrográfica y región) este modelo dota de herramientas de gestión de tanto a agricultores individuales como a gestores políticos o trabajadores de las confederaciones hidrográficas que gestionan las cuencas. Para completar el estudio, se adecua este modelo con los datos obtenidos a través de teledetección que permiten documentar los cambios que hay en el terreno. Se une lo individual o puntual con una escala superior obtenida a través de las imágenes de los satélites que dan una serie de información sobre los cultivos que permiten la creación de un mapa más amplio y conocer así cómo se comporta un área mayor.
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