Perspectivas de la Suinocultura Portuguesa

Con el año nuevo, es hora de hacer balance y de formular predicciones y deseos. El año 2019 finaliza con un sector valorado, que se espera supere una contribución de 700 millones de euros al PIB portugués solo en el sector de la producción. Esto significa un aumento de 200 millones en comparación con los 502.05 millones estimados por el INE (instituto nacional de estadística) para el año 2018.

Esta apreciación monetaria se debió al aumento de los precios y no al aumento de la producción, que se mantuvo estable.

Otro cambio notable en la caracterización de la ganadería porcina portuguesa tiene que ver con el top de los países con los que tenemos relaciones comerciales. Hasta el año 2016, Venezuela era el principal destino de las exportaciones portuguesas, seguido de España, Angola y Reino Unido. Debido a las circunstancias, en los años 2017 y 2018 el mencionado top 5 se modificó y pasó a estar liderado por España, seguida de Angola, Reino Unido, Francia y Japón. Cada uno de estos 5 mercados compraron, durante los dos años mencionados por valor de unos 60 millones de euros.

En el año 2019, el mencionado ranking ha cambiando significativamente, con China pasando directamente al segundo lugar, solo superada por España. La evolución del mercado sugiere que para el año 2020 China superará ampliamente a nuestros hermanos, y se espera que los cinco principales destinos de exportación en 2020 compren por un valor que sea más del doble de los 5 principales compradores del año 2018.

Este es un indicador importante que convence incluso a los más escépticos sobre la necesidad de que el país exporte… incluso si es un país con deficiencia de carne de cerdo, lo que Portugal no lo es, si se considera el contexto ibérico.

Portugal comienza a dar los primeros pasos en su internacionalización, y en el horizonte, más allá del mercado chino, el aumento en el valor de las exportaciones a Japón, el desarrollo de las relaciones comerciales con Corea del Sur y la apertura del mercado de Filipinas.

Es en estos procedimientos dónde Filporc, la Interprofesional de porcino, emerge como un elemento facilitador y potenciador de la internacionalización del sector. Dado el desempeño de la actividad en el último año, el siguiente paso lógico sería hacia el crecimiento de la producción, pero aquí es donde las principales limitaciones radican en el sector. Nos enfrentamos cada vez más con una administración, la del Ministerio del Medio Ambiente, cada vez más radicalizada y fundamentalista.

Si Europa se rige por leyes, Portugal se rige por opiniones. Este es, por ejemplo, el caso de la nota emitida por la Agencia Portuguesa del Medio Ambiente (APA) acerca de la definición de la capacidad instalada de una granja, que es legalmente tan abusiva como lo es desde el punto de vista institucional. La misma llevó a la Comisión Europea a cuestionar al Gobierno portugués sobre el cumplimiento de los compromisos acerca del bienestar animal y de a reducción del uso de antibióticos.

El problema ambiental será el desafío que deberá afrontar la producción en los próximos años, así como el de la gestión de la señora Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea, cuyas intenciones se han puesto bien de manifiesto con su Green Deal.

La producción porcina portuguesa solo tiene un camino posible: liderar su propia transición hacia modelos productivos que tiendan a la sostenibilidad real; es decir a la neutralidad en las emisiones de carbono y, paralelamente, debe diseñar un plan que equilibre la relación entre el crecimiento económico, la eficiencia productiva y la sostenibilidad ambiental.

Entiendo que éste es el camino, la forma, para que podamos realmente prosperar en el (los) próximo(s) año(s).

 

Joâo Bastos

Secretário-Geral na Federação Portuguesa de 

Associações de Suinicultores FPAS

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