La nueva Dirección General de Protección Animal
Et factum est verum excogitari.
En efecto, lo que apuntaba la semana pasada en mi nota publicada en el número 13 de nuestro Boletín Ágora TOP GAN se ha confirmado; ya está en marcha la nueva Dirección General, denominada “de Protección Animal” (de la cual, en el momento de escribir estas líneas aún no se conocen exactamente sus competencias; competencias que no creo sean fáciles de definir teniendo en cuenta que la responsabilidad acerca de este tan complejo tema está actualmente repartida entre cuatro Ministerios y las Comunidades Autónomas).
Al margen de esta cuestión que no es menor y en contra de lo que en mi opinión sería lo lógico y lo deseable, la misma no está ubicada en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA); por ello no me es fácil entender el silencio de don Luis Planas al respecto (porque, como dice un viejo adagio español: “quién calla… otorga”).
Esta nueva Dirección General depende nada menos que de la vicepresidencia segunda del Gobierno, la Vicepresidencia de don Pablo Iglesias, poniendo claramente en evidencia la importancia emocional y política que el Gobierno de Coalición, especialmente, en él, UP, da a todos los temas ligados al bienestar y a la protección animal.
No olvidemos que el pacto de Gobierno entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP) contempla, en su punto 3.16, que el nuevo Gobierno impulsará una Ley de Bienestar Animal «que garantice una relación respetuosa hacia todos los seres vivos». Por lo tanto, cabe esperar que uno de los objetivos prioritarios de la nueva Dirección General será incorporar, a la mayor brevedad, al cuerpo jurídico español todas las directivas europeas en bienestar animal.
Tampoco se olvide que ya en el programa de UP había una afirmación muy positiva: se ofrecerán mayores garantías tanto a los animales como a aquellas personas con quienes conviven cuando se encuentren en procesos de embargo, en situaciones de crisis familiar, en las que tendrán que tener una consideración como parte de la familia que son, y en situación de protección, en la que no se podrá obligar a las personas a separarse de sus animales»; pero también que aparece el principio de «eliminar las ayudas y subvenciones relacionadas con la tauromaquia y de prohibir aquellos espectáculos que impliquen el maltrato animal» (supongo que aquí se puede referir inicialmente a las carreras de caballos, a las carreras de galgos, a la creación y mantenimiento de rehalas, etc.).
Al frente de esta nueva Dirección General está don Sergio García Torres, un reconocido “animalista” (antiguo miembro de la Red Internacional Anti Tauromaquia) y hasta la fecha responsable del área de protección animal de Podemos.
Recordemos que hace sólo unas semanas el nuevo Director General reconocía públicamente en Facebook que «hubiera sido fácil de parar la caza, al menos en la Comunidad de Madrid, si no hubiera gobernado la derecha». Estas declaraciones fueron realizadas a propósito de la apertura de la media veda en Madrid. Bien, vamos a ver con estos mimbres que cesta se crea en los próximos meses y hasta qué punto el propio sector pecuario español, incluyendo aquí el importante área de los animales de compañía, será llamado y participará, a través de sus técnicos, de sus asociaciones y de sus interprofesionales, en la elaboración de las directrices que establezca la nueva Dirección General y en la de las Leyes que de ella emanen.
Seamos optimistas; no pongamos la venda antes que la herida, ni los bueyes antes que las carretas. Sinceramente deseamos y esperamos, que la creación de esta nueva Dirección General de Protección Animal sea unos de los grandes aciertos del nuevo Gobierno.
Amén.
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid
Universidad Alfonso X el Sabio
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