Las claves de la alimentación en un verraco de élite

Actualmente en España, como país pionero de la inseminación artificial porcina a nivel mundial gracias al Dr. Don Santiago Martín Rillo y a otros compañeros relevantes que en estos momentos trabajan en el área de la reproducción porcina, se insemina más del 95 por 100 nuestro efectivo reproductor porcino.

Se determina como parámetro esencial de la rentabilidad de los Centros de Inseminación Artificial (CIA) la producción de la mayor cantidad de dosis seminales con la mejor calidad por verraco presente y año.

Un verraco sexualmente maduro es capaz de producir 16.000 millones de espermatozoides por día (Senger, 2005). Un solo verraco en su vida productiva inseminaría al 100 por 100 de las cerdas de una granja de 500 reproductoras al año.

Sin duda, su papel en los resultados reproductivos es cuantitativa y cualitativamente muy marcada, por lo que su adecuada nutrición es un punto crítico. El coste de la alimentación de los verracos asociado al coste final de producción es mínimo (0,10-0,15 por 100), lo que hace que no debamos escatimar ningún esfuerzo en este pilar básico.

De todos es conocido que una adecuada condición corporal va ligada a una mejor producción-calidad seminal, que redundarán tanto en la tasa de fertilidad como en la de prolificidad, siendo estos los dos pilares esenciales de la reproducción porcina. Por lo tanto, esos aproximadamente 1.000 kg/año que se come un verraco deben ser de una excelente calidad tanto en macronutrientes como en micronutrientes, así como caracterizarse por la ausencia de micotoxinas y factores antinutricionales. Y nunca nos olvidaremos del aporte ad libitum de agua de la máxima calidad físico-química y microbiológica como primer nutriente.

Los verracos con elevado potencial genético necesitan para poder expresar el mismo a través de sus dosis seminales un equilibrio de nutrientes constante. Las necesidades de producción son muy inferiores a las de mantenimiento. Debemos primar los nutrientes centrados en la espermatogénesis-calidad seminal y en el adecuado desarrollo osteo-esquelético acorde a su genética que garantice unos correctos aplomos a lo largo de su vida, sin los cuales su eficiencia reproductiva se verá muy mermada (un 80 por 100 verracos desechados son por problemas locomotores y/o sobrepeso).

En el caso de la nutrición de los verracos de élite alojados en CIA tenemos dos variables que están muy controladas, como son la sanidad y las condiciones ambientales, que por lo tanto nos permiten definir los nutrientes y aditivos con un retorno de la inversión con menores desviaciones.

En los verracos de élite debemos cuidar su homeostasis y stress oxidativo, manteniendo su condición corporal conforme a la genética (ratio edad/peso).

En estos verracos, los rangos de proteína digestible y aminoácidos digestibles son esenciales para una correcta actividad reproductiva (volumen-calidad seminal y libido) ya que cualquier deficiencia o exceso serán perjudiciales, sobre todo en las deficiencias.

Al estar racionados toda la vida y tener un consumo bajo en proporción a su peso vivo, es fundamental tener en su alimento un aporte de fibra dietética con unos mínimos de fibra neutro detergente que favorezcan su confort digestivo, bienestar y estabilidad de microbiota, relacionados todos ellos con su eficiencia reproductiva en cuanto al papel adicional de la misma en la regulación hormonal en base a la absorción y reciclaje de esteroides desde el intestino por la circulación enterohepática. Es requerido el uso de fuentes de grasa de alta calidad y estabilidad oxidativa (aceite coco, aceite soja, aceite pescado, manteca pastelería) además de elevados niveles de antioxidantes tanto sintéticos (vitamina E) como naturales.

En los verracos de élite, los micronutrientes también deben ser de élite. Esto no significa que tengamos que aportar unos niveles muy elevados, pero si unos máximos, ya que los excesos son tóxicos y en muchos casos sus efectos son igual de negativos que las deficiencias, como por ejemplo vitamina A, selenio, cobre, zinc… La forma química y origen de los mismos debemos de tenerla tan en cuenta como el propio nutriente.

Especial atención nos merecen la vitamina D3 o derivados junto a niveles de calcio digestible, fósforo digestible y fitasa esenciales para un correcto aplomo. Críticos son los niveles de vitamina A (diferenciación celular), E (espermatogénesis), biotina, niacina, colina y ácido fólico, algunas de las cuales disponemos en formas naturales más biodisponibles.

Como minerales importantes en los verracos actuales tenemos el selenio (maduración espermática), zinc (esteroidogénesis), hierro y manganeso, destacando los efectos beneficiosos de las fuentes orgánicas frente a las inorgánicas. En este apartado el aportar un correcto balance electrolítico nos ayudará a optimizar su producción espermática en condiciones ambientales de temperatura y humedad controladas. En la práctica, el uso de probióticos/prebióticos que nos permiten mantener una microbiota homogénea y estable, así como un mejor estado inmunitario, también nos ayudarán en la nutrición de precisión de nuestros verracos de élite.

Tenemos en estudio algunos aditivos que a priori tienen algunos de los efectos mencionados, y que podemos aportar a estos verracos de élite esperando resultados positivos a medio-largo plazo, como son ciertos aceites esenciales, algas, nucleótidos, etc.

Los trabajos científicos de nutrición en verracos son los menos numerosos de todas las fases de producción, lo que no le quita importancia ni trascendencia, llevándonos a realizar trabajos a nivel de granjas a lo largo de estos últimos 35 años, sabiendo muchas cosas, pero sin duda, debemos seguir aprendiendo porque en cada cosa sabida se oculta aún algo digno de pensarse (Martin Heideger, 1889-1976).

Antonio Palomo Yagüe
ADM SETNA
Dr. en Veterinaria.
Prof. Asociado Facultad de Veterinaria.
Universidad Complutense de Madrid.

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