El lobo sigue haciendo de las suyas (esta vez en Cantabria)
ASAJA-Cantabria ha denunciado, una vez más, la insostenible situación de las explotaciones ganaderas de la región. Las mismas están viendo cómo el lobo les mata sus animales y pone en riesgo su medio de vida. Podría ser en cualquier lugar del interior de la región, pero en este caso se trata de un joven ganadero de poco más de 20 años con su explotación ubicada en Cabezón de la Sal.
Recientemente, las ovejas que este joven ganadero de poco más de 20 años, que se encontraban pastando en una finca en Turujal (Cabezón de la Sal) colindante con la antigua carretera nacional Santander-Oviedo y la línea de ferrocarril, fueron las que sufrieron el ataque de los lobos. El resultado en este caso: 2 animales muertos y varios heridos. No es el primer ataque que sufre este ganadero, ya desde primeros de año, su rebaño de cabras también ha sufrido varios ataques diezmando el censo.
Como afirma esta asociación agraria: lo sorprendente de este ataque es su proximidad a zonas habitadas que hasta la fecha no tenían presencia de lobo, “lo que demuestra la imparable expansión de esta especie en busca de alimento, con el agravante de que el lobo no solo mata para comer sino que su instinto asesino le hace matar a todos los animales que se encuentran a su alcance”.
Las quejas y denuncias llegan desde todos los puntos de la región (desde Guriezo hasta Potes pasando por Lierganes, Toranzo, Cabezón de la Sal etc.).
Por esta razón, Asaja-Cantabria considera que “esta situación debería de hacernos recapacitar y comprender lo difícil que es el ejercicio de la actividad ganadera con la presencia de lobo y que está desembocando en la desaparición de un medio de vida y de una actividad imprescindible y respetuosa con el entorno, y lo que es más grave con las ilusiones y recursos económicos de los pocos jóvenes ganaderos que deciden incorporarse a la actividad agraria”.
Ante esta irrefutable realidad ASAJA-Cantabria insta a la Consejería de Medio Rural a “que actúe de inmediato y aplique las medidas y actuaciones encaminadas a controlar la población de lobos y minimizar los daños”.
Lamentablemente estos son hechos que se replican en diversas zonas rurales y que, de momento, no se vislumbran la adopción, por parte de las administraciones responsables, soluciones eficientes y eficaces a corto plazo – medio plazo. Hay demasiado miedo a las críticas y al “que dirán”.
Por cierto, una noticia sumamente interesante y ligada a lo expuesto: el Tribunal Supremo confirma la responsabilidad patrimonial del Gobierno de Madrid en los ataques del lobo.
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