El informe del think tank RethinkX. Reflexiones
Me permito comentar en los siguientes párrafos un informe del think tank RethinkX porque, como lo vengo exponiendo desde hace algunos años en mis clases, seminarios, conferencias y apariciones públicas, estoy muy de acuerdo con la gran mayoría de los conceptos que se exponen en este informe.
Para situarnos: RethinkX es una institución básicamente financiada por sus fundadores, don James Arbib y don Tony Seba y que cuenta con importantes subvenciones de Tellus Mater, una fundación filantrópica independiente fundada por James Arbib que se dedica a explorar los impactos de la tecnología disruptiva y su potencial para resolver algunos de los actuales problemas que presentan los mayores retos para el Mundo.
Según el mencionado informe titulado «Repensar la alimentación y la agricultura 2020-2030: la segunda domesticación de plantas y animales, la interrupción de la vaca y el colapso de la ganadería industrial», en pocos años vamos a vivir probablemente la mayor disrupción de la agricultura y de la ganadería de nuestra historia (entendida aquí por disrupción un proceso o un modo de hacer las cosas que implica una “rotura o interrupción brusca”, que se impone y desbanca a lo que se venía haciendo).
De acuerdo con los autores del mencionado informe relativamente muy pronto, los costes de la proteína generada por el ganado vacuno (que es de las más caras) frente a la producida por la tecnología alimentaria basada en lo que ellos denominan “biología de precisión” alcanzarán la paridad. De acuerdo con estas predicciones, la producción de carne de vacuno quedará muy afectada e, incluso, en entredicho (lo que afectará paralelamente y de igual manera a todas las actuales producciones ganaderas y, de la misma manera, a muchas de las actuales producciones agrarias).
En esta nueva disrupción (la más importante desde la domesticación) tendrán un papel absolutamente crucial los microorganismos al igual como éstos lo fueron cuando la humanidad comenzó a domesticar plantas y animales hace miles de años manipulando la evolución de los microorganismos a través de la cría de los macroorganismos. Situación que básicamente ha regido hasta el presente.
En un futuro a corto – medio plazo, se generarán nutrientes desarrollando moléculas complejas (lo que hoy ya empieza a ser muy viable). Se utilizará para ello masivamente la fermentación de precisión (PF). Sin duda, trasladar la producción de alimentos a un nivel molecular promete ser un medio muy eficiente y eficaz de llegar a alimentar a la humanidad garantizando el suministro de nutrientes sin aditivos, sin antibióticos y sin insecticidas (lo que mejorará sustancialmente su bondad).
Lo importante aquí es que cada ingrediente tendrá un propósito específico, lo que permitirá generar alimentos con los atributos exactos que se desee en términos de perfil nutricional, estructura, sabor, textura y cualidades funcionales. Ello dará lugar a que, en términos generales, futura comida será significativamente más nutritiva, más sabrosa, más variada y más adecuada para el consumidor que la actual (paralelamente la revolución disruptiva también alcanzará, por ejemplo, a los productos farmacéuticos y a los cosméticos).
En el estudio también se hacen unas apasionantes predicciones para el quinquenio 2030 – 2035. Así en el ámbito económico los alimentos y productos generados a partir de la fermentación de precisión serán entre un 50 por ciento, y un 80 por ciento, más baratos que los producidos actualmente por la ganadería y la agricultura convencionales.
En lo que se refiere al ámbito medioambiental: el 60 por ciento de la superficie agrícola útil (S.A.U.) actualmente destinada a la producción ganadera, ante la drástica reducción que experimentará la ganadería convencional, quedará liberalizada y podrá ser destinada a otros fines.
Así, se podrá disponer de una muy importante S.A.U. que si se dedica a la repoblación forestal el secuestro de carbono de esta nueva masa arbórea, podrá compensar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generados por los Estados Unidos. La actual emisión de GEI por parte del ganado estadounidense se reducirá, en razón de la disminución de sus cabañas ganaderas, en un 60 por ciento en el año 2030, y casi en un 80 por ciento en el año 2035.
También tendrán las nuevas tecnologías un gran y profundo impacto social. En efecto, al disponerse de unos alimentos más baratos se podrá combatir mejor el hambre en el mundo.
Paralelamente la producción masiva y descentralizada de alimentos hará que las relaciones entre las diversas regiones del Mundo cambien sustancialmente, ya que la mencionada producción se verá mucho +menos afectada por las condiciones climáticas y geográficas. Esto sí, los principales exportadores actuales de productos de origen animal perderán una parte muy importante de su actual influencia y control sobre aquellas regiones que dependen los mismos.
Soy de la opinión y de ahí mi acuerdo con la gran mayoría de las cuestiones expuestas en el mencionado informe, que, a corto – medio plazo, la disrupción en el ámbito de la producción de alimentos será de tal magnitud que cambiará de forma sustancial e irreversible los hábitos y las costumbres de la sociedad y sus relaciones (y no sólo en el I Mundo).
Lamentablemente he nacido 50 años demasiado pronto, pero esto no tiene solución. Me voy a perder un futuro que será, no me cabe duda alguna, técnica y socialmente, realmente apasionante.
Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid
Universidad Alfonso X el Sabio
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