Claves de la alimentación durante la gestación de las cerdas hiperprolíficas

El coste de la alimentación de las cerdas gestantes sobre el total de un ciclo cerrado no es más del 10 por 100 (sobre un 7 por 100 del coste final de producción) por lo que estimamos que es más importante desde el punto de vista cualitativo que cuantitativo.

La evolución del consumo de alimento por cerda en las dos últimas décadas se ha mantenido constante mientras su productividad prácticamente ha aumentado un 50 por 100. Por ello considero que es preciso conocer mejor la ingesta de nutrientes que de kilos brutos, así como también los kilos consumidos por lechón producido. La base de la nutrición es cubrir las necesidades de mantenimiento y de producción, sabiendo que en la gestación las primeras son el 70 por 100 de las mismas; además, las cerdas actuales caracterizadas por su alta prolificidad tienen un metabolismo basal más bajo y con menores requerimientos que las cerdas de hace unos años.

Las cerdas están lactando unos 65-70 días al año y resto están vacías o gestantes (ratio 20/80), debiendo estar en un consumo de pienso de entre 1.050–1.200 kg de pienso (ratio 70/30 gestantes/lactantes).

Es esencial que desde el día 1 al día 35 de gestación las cerdas recuperen las reservas corporales que han consumido durante la lactación y a causa del desarrollo uterino y la vascularización. Durante los 50 días siguientes de la gestación sus necesidades son las más bajas de todo el ciclo reproductivo (145-150 días) volviendo a incrementarse durante los últimos 30 días de esta gestación a causa del aumento del peso de los lechones y del parénquima mamario. Considero importante diferenciar los requerimientos de las cerdas jóvenes (nulíparas, primero y segundo parto) de las multíparas (tercer a séptimo parto) y por lo tanto y paralelamente, sus consumos de nutrientes.

Son muchas las reflexiones que me planteo a la hora de llevar a cabo un correcto programa de nutrición de las cerdas gestantes. Entre ellas me permito destacar:

  • ¿Son todos los nutrientes igual de importantes en todas las fases de gestación (aminoácidos, fibra dietética, minerales, vitaminas y energía)?
  • ¿Cuál es el impacto tanto de la macro como de la micro-nutrición?
  • ¿Por qué priorizamos los kilos de pienso consumidos por cerda y día en vez de los nutrientes ingeridos por día?
  • La sobrealimentación en las actuales cerdas es más perjudicial que leves deficiencias en razón de que un exceso de condición corporal genera muchos problemas (peor fertilidad, menor prolificidad y mayor mortalidad.
  • ¿Podemos explicarnos que la eficiencia de los costes no guarde una relación directa con las mayores tasas de productividad numérica a partir de un cierto número de lechones (28) a causa de la calidad y viabilidad de los mismos al nacimiento?
  • Obviamente, un sobreconsumo de nutrientes en la segunda fase de gestación es claramente perjudicial (síndrome de cerda grasa), pero cuán beneficioso o perjudicial es el sobreconsumo en el último mes de gestación, y cuál es la cantidad precisa tanto de pienso como de ciertos nutrientes y energía, ya es otra cuestión. Sobre esto podemos encontrar muchas referencias en los últimos años. Elevados niveles van a reducir la producción de calostro, aumentar la tasa de nacidos muertos, reducir el consumo en lactación y tan solo darán lugar a un ligero aumento del peso de los lechones al nacimiento.
  • ¿Cuál es la cantidad precisa de alimento-nutrientes a suministrar en esta última fase? y ¿Cómo van a influir en la fertilidad, prolificidad, longevidad y bienestar de los siguientes partos?
  • ¿Se pueden satisfacer todas las necesidades nutricionales tan solo variando la cantidad de pienso consumido o es preciso hacer más de una dieta a lo largo de la gestación?

Técnicamente partimos de que lo que no está científicamente demostrado no lo podemos aseverar y que lo que no podemos medir no lo podemos mejorar.

Pero no es menos cierto que en algunos puntos hay controversia dentro de la literatura científica y pruebas de campo, lo que nos hace pensar que son necesarios más trabajos y experiencias prácticas con las nuevas genéticas hay presentes en nuestras granjas para poder hacer realmente una nutrición de precisión.

Antonio Palomo Yagüe
ADM SETNA
Dr. en Veterinaria.
Prof. Asociado Facultad de Veterinaria.
Universidad Complutense de Madrid.

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