Influencia de la sequía sobre la rentabilidad de las vacas de cría

España tiene un censo aproximado de 2.200.000 vacas de cría situado en un 60 por 100 en el ecosistema de la Dehesa y el resto, fundamentalmente, en la España húmeda.

Una vaca de cría con un peso vivo posparto de 560 kg que geste como media anual 0,85 terneros y, mediante una producción de leche próxima a 1.000 kg, amamante y destete 0,8 terneros al año tiene unas necesidades energéticas de: 1 UF/100 kg de peso vivo x 560 kg x 365 días (mantenimiento) + 0,85 x (1,3 UFL/día. 120 días) (gestación) + 0,80 x (1000 kg de leche x 0,45 UFL/kg) = 2.537 UFL/año.

Si contabilizamos además las necesidades de 0,03 toros/vaca (100 UFL/año), 0,10 becerras-añojas de reposición/vaca entre 7 y 18 meses (180 UFL/año) y 0,10 novillas/vaca entre 19 y 31 meses (260 UFL/año), las necesidades energéticas totales anuales ascienden a 3077 UFL (unidades forrajeras leche).

La producción anual de pasto en la Dehesa, en años de pluviosidad normal entre 400 y 500 mm, asciende en torno a 1.500 kg de materia seca/ha (900 UFL/ha), lo que deriva en cargas ganaderas próximas a 900/3077 = 0,3 vacas tipo/ha. Con cargas ganaderas de 0,3 vacas tipo/ha la suplementación anual por vaca tipo desde julio hasta febrero, inherente a la pérdida de calidad del pasto seco de verano y a la reducción del crecimiento de la hierba durante el invierno, se eleva a 600 UFL/vaca, lo que supone 150 €/vaca.

La sequía deriva en una disminución de la producción de pasto y en la necesidad de aportar agua de bebida a los animales durante el verano que es precisamente cuando más beben. En años secos la suplementación anual de la vaca tipo asciende a más de 1.000 UFL además de un aporte diario de 70-80 litros de agua durante alrededor de 100 días, lo que se traduce en un coste de 250 € (alimentación energética) + 50 € (agua) = 300 €, el doble aproximadamente de lo que cuesta en un año medio.

¿Cómo se pueden paliar los costes derivados de la sequía en un momento en el que, además, el precio del ternero destetado se ha reducido ostensiblemente?

  • Planificando parideras concentradas desde noviembre-febrero u octubre–marzo: la suplementación alimenticia por vaca tipo sería inferior del orden de un 30-40 por 100 que con parideras continúas.
  • Sería de desear que las fábricas de piensos tuviesen a bien elaborar piensos para el otoño–invierno, por ejemplo tacos con base en cebada con un 10 por 100 de proteína bruta (PB) de bajo precio, y para el verano con mayor contenido en PB.
  • En suelos cuya roca madre sea la pizarra deberían proyectarse pozos de sondeo. Si sale agua a los 60-70 metros el conjunto de la obra del pozo, el grupo moto-bomba y los bebederos puede suponer entre 4.000 y 4.500 €. En suelos cuya roca madre sea el granito la consecución de agua es incierta y cuando es cierta es significativamente más cara. En este caso se puede recurrir a ampliar el volumen de las charcas. La estimación de tal volumen es sencillo si se tiene en cuenta la evaporación y lo que beben los animales. Las pérdidas por evaporación de una charca en la España seca se estiman en 4 litros/m2 y día y el consumo medio diario de agua de un vacuno adulto está comprendida entre 45 y 55 litros. Importante. Tanto pozos como charcas hay que darlos de alta en la Confederación Hidrográfica correspondiente.

Argimiro Daza

Dr. Ingeniero Agrónomo 

Catedrático de Universidad jubilado de la ETSIAABB

Profesor Emérito de la Universidad Politécnica de Madrid

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