Fortalezas y debilidades de la producción ecológica de huevos en España
En los próximos años vamos a vivir un crecimiento muy importante de todas las producciones ecológicas en España y muy especialmente de la producción ecológica de huevos. Las tendencias de consumo le son favorables. Es una producción muy bien alineada con las demandas de los consumidores. Bienestar animal, seguridad alimentaria, protección medioambiental y desarrollo rural son valores asociados a la producción ecológica de huevos. Así lo aprecia el consumidor. A la vez, son valores que inspiran la política agraria europea.
Por otro lado, la distribución también ha puesto su interés en la venta de productos de origen ecológico, pues les incrementa los márgenes y al mismo tiempo les ofrece una mejor imagen de cara al consumidor. Los consumidores desean consumir ecológico, si bien es cierto, muchos no lo hacen porque consideran el precio aún elevado. Además de lo anterior, también se aprecia la oportunidad de producir aquí para vender a otros países de Europa con gran consumo de huevo ecológico, ya sea como huevo de mesa o como ingrediente en otros preparados para los que se exige un origen ecológico.
España cuenta con superficie disponible para los parques necesarios y con buen clima para que estos sean usados por las gallinas. Todo esto ha hecho que también los grandes operadores del sector se interesen por la producción. Considero que estas pueden ser las principales fortalezas que impulsan al subsector hacia un crecimiento.
La producción ecológica de huevos comenzó en España enfrentándose a una gran desconsideración por parte del sector tradicional. Fueron nuevos avicultores los pioneros de este tipo de avicultura. Esto supuso que en muchas ocasiones se hiciera sin la suficiente técnica avícola. Y claramente esto es una debilidad. A la vez, la Administración, encargada de aplicar las normas que regulan la actividad, en especial el reglamento de “producciones ecológicas” (hoy en vigor los Rg 834/2007 y 889/2008) ciertamente no estuvo a la altura debida imponiendo interpretaciones de la norma que obligaron a modelos de explotación muy pequeños. El cambio a una interpretación que permite instalaciones con varios lotes de 3.000 aves en la misma nave ha supuesto una intensificación que provoca un descenso de los costes y que hoy esas granjas obligadas a un máximo de 3.000 aves tengan importantes dificultades para ser viables sin una diferenciación en el mercado.
Las diferencias de interpretación, entre Estados miembros y entre Comunidades Autónomas en España, de la legislación que regula la actividad es una de las debilidades más importantes que podemos resaltar. Y no solo es el tamaño y diseño de la explotación, sino la posibilidad de usar el 5% de materias primas no ecológicas, la configuración de parques u otros muchos detalles que benefician a unos y perjudican a otros productores sin una razón fundada adecuadamente. Todo esto supone una inaceptable falta de seguridad jurídica y, por supuesto, es una gran debilidad cuando se accede a un mercado único con un producto certificado y etiquetado obligatorio que unifica el mensaje.
El interés por el producto ecológico por parte de la distribución organizada y su deseo de llegar a todos los consumidores implica conseguir eficiencias que abaraten el producto. Así, se lograrán más consumidores deseosos de lo eco que lleguen a comprar. Y esto, puede ser considerado por unos como una fortaleza y por otros como una debilidad. La fortaleza se aprecia por el crecimiento de la producción ecológica de huevos que conlleva. La debilidad la perciben quienes ven que su pequeña explotación no será competitiva en el nuevo escenario de intensificación que se desarrolla precisamente sobre los valores que éstas crearon. Y también, porque muchos pensamos que si el consumidor realmente llega a ver cómo se alojan las gallinas en estas grandes granjas posiblemente pierda la confianza necesaria para seguir consumiendo huevos ecológicos.
Por lo tanto, todo hace pensar en que la demanda de huevos ecológicos progresará fuertemente en los próximos años. Si nos fijamos en lo que ha ocurrido en otros países de Europa, por ejemplo, en Francia como uno de los destacados, ya son 6.5 millones de gallinas las que producen en ecológico, que es más del 13 por 100 del parque total.
Acercarnos a esta realidad será posible si mejoramos la seguridad jurídica, si no banalizamos el producto y resentimos la confianza de los consumidores y, a la vez, encontramos una solución para los que fueron obligados a ser pequeños, o simplemente lo desearon, para mantener su viabilidad y todos los beneficios sociales, culturales y de mejora de la imagen de producto que a todo el sector y a la sociedad benefician. La marca de calidad superior “Bienestar Animal Avalado por ANDA” actúa en este sentido.
José Carlos Terraz Cuenca
Presidente de Avialter (Asociación Profesional de Avicultura Alternativa) y
Presidente de ERPA (Asociación Europea de Aves Rurales).
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