El Oso Pardo y su futuro

La Cordillera Cantábrica cuenta actualmente con 115 cámaras automáticas instaladas por FAPAS (Fondo para la Protección de Animales Salvajes) que estudian la vida del oso en libertad y que permite conocer, con una elevada aproximación, su realidad. Así, con los datos hoy disponibles que estiman un censo de 38 hembras y 66 crías, la población de Osos Pardos se consolida y permite mirar con optimismo el futuro.

De las 38 hembras censadas, 22 (con 38 crías) pertenecen a la zona occidental de Asturias; otras nueve (con 14 crías) se encuentran en el oeste de León; y las siete restantes (con 14 crías) se hallan en el núcleo oriental entre Palencia, León y Cantabria.

“Estas cifras permiten albergar la esperanza de que en pocos años esta especie emblemática de la Cordillera Cantábrica pueda ser considerada como en fuera de peligro de extinción” han afirmado el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climática del Gobierno de Cantabria, don Antonio Lucio, el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, don José Ángel Arranz, y la jefa de servicio de Espacios y Especies Protegidas del Principado de Asturias, doña Teresa Corominas.

Además, en este año 2019 se han avistado dos ejemplares de segundo año en los concejos de Grandas de Salime (Asturias) y Negueira de Muñiz (Galicia). Esto apunta a “una expansión de la especie hacia el noroccidente, teniendo en cuenta los capítulos de observación de los últimos años de alguna osa con cría en la zona, así como los daños que se han verificado por las guarderías correspondientes”.

Teniendo en cuenta que este recuento de ejemplares de oso pardo en la Cordillera Cantábrica se realiza mediante la observación directa de animales a partir de fotografías, vídeo o detección de huellas, así como la obtención de imágenes mediante el sistema de la foto trampeo, es posible que existan más osos sin contabilizar. Para dar más fiabilidad a este recuento, las instituciones podrán en marcha un censo con estudios genéticos.

Según las administraciones la clave del éxito de este auge es gracias a la permanente colaboración institucional y a las condiciones del paisaje.

Otra cuestión es, en un futuro a medio plazo, si la mencionada tendencia se confirma como van a coexistir las poblaciones de Oso Pardo en la Cordillera Cantábrica y las ganaderías extensivas de la zona.

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