Alemania no aprueba el etiquetado obligatorio acerca del bienestar porcino
En la República Federal de Alemania se trabaja desde hace ya un tiempo con la aplicación, hasta ahora voluntaria, del etiquetado que reflejara el cumplimento de unas muy estrictas normas de bienestar porcino en las explotaciones ubicadas en la RFA.
En efecto, la ministra alemana de Agricultura, la señora Julia Klöckner, ya presentó en el mes de febrero pasado cómo podría ser este etiquetado de bienestar animal en el porcino. La ministra consideraba que los primeros productos etiquetados estarían disponibles, a más tardar, a finales de 2020, ya que primero, los lechones tendrían que criarse de acuerdo con las nuevas normas.
Se trataría, en principio, de un etiquetado voluntario que tendría tres niveles, cada uno de los cuales iría aumentando su nivel de exigencia con respecto al anterior. El primer nivel ya tendría exigencias por encima de la normativa vigente. Cada de uno de los niveles definiría sus condiciones de superficie, permiso de la castración, material manipulable, duración de los transporte, etc.
Hay que significar que los ganaderos, en general, se han opuesto a este tipo de etiquetado voluntario porque consideran que se trata de un primer paso, para luego transformarlo en obligatorio. En consecuencia, los ganaderos alemanes se verían obligados a cumplir obligatoriamente unas normas más estrictas que el resto de ganaderos de la Unión Europea (por lo tanto, deberían producir con unos costes superiores).
En este ámbito, el Estado Federal de Baja Sajonia había propuesto, apoyado por los sindicatos ganaderos de este Estado, a nivel del Parlamento alemán, un etiquetado obligatorio de bienestar animal. Hay que decir que la propuesta del Land de Baja Sajonia también incluía una indicación obligatoria del origen de la carne y de los productos cárnicos generados. Esta propuesta no ha conseguido ser aprobada a nivel parlamentario.
No obstante y paralelamente, el Gobierno de Alemania sí ha aprobado un proyecto de Ley de Bienestar Animal que va a ser sometido a votación parlamentaria el próximo 8 de noviembre. El mismo incluye la introducción de un etiquetado de bienestar animal, pero voluntario, para aquellos animales que cumplan requisitos más estrictos a los establecidos en la normativa.
Lo que no está seguro es que la propuesta vaya a conseguir una aprobación parlamentaria dado que entre los propios partidos que forma la actual coalición de gobierno no hay unanimidad en este campo. Así, el partido CSU (el partido demócrata cristiano bávaro) pide incluir el origen en el etiquetado, mientras que el partido socialdemócrata alemán (SPD) no considera necesario el mencionado etiquetado.
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